La «Pomade» ha irrumpido con fuerza en el mercado y ha venido para quedarse. La diferencia principal con la gomina es el acabado en el peinado, ya que ofrece diferentes efectos más allá del húmedo y petrificado de la gomina.
Para entender este «nuevo» producto os invitamos a leer este artículo, si os apetece la versión resumida allá va!
La «Pommade» nace en Francia de la mezcla de grasas animales, hierbas y manzanas (de ahí lo de Pomme), un producto para privilegiados que a mediados del siglo XX es un imprescindible en el grooming masculino. Marcas como Sweet Georgia, Royal Crown o Murray´s son aún en día las marcas más conocidas, en sus fórmulas podemos encontrar diferentes tipos de aceites, vaselinas y ceras. Estos ingredientes en diferentes proporciones permiten aportar un alto brillo al peinado, brillo y consistencia a partes iguales gracias a las ceras o muchísima consistencia y efectos más mates prescindiendo de vaselinas. Son los productos que en los años 50 hacían de los actores auténticos galanes o creaban esos tupés tan macarras.
El único inconveniente es que fueron diseñados en tiempos donde no había agua corriente y su función era impermeabilizar el cabello y protegerlo de la contaminación, que el peinado quedara perfecto por semanas. Su retirada del cabello tiene sus trucos, pero hoy en día pocos se atreven a usar las pomadas con bases oleosas, por ello la industria respondió a nuestras plegarias creando las benditas Pomadas base agua.
¿Y esto que es lo que es?
Pues productos que aportan los mismos efectos que sus predecesoras y se eliminan con un buen champú! listo!
Por lo tanto nuestros rockeros y galanes contemporáneos pueden conseguir sus estilos favoritos gracias a marcas como Corleone y su Sticky Stuff. La puedes comprar en nuestra boutique, por supuesto!
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